HISTORIA

historia

A principios del siglo pasado, las rondas perduraron en nuestra localidad oscense de Monzón y tenemos noticias de una antigua rondalla que durante los años treinta alegraba los carnavales, romerías y fiestas montisonenses. De este grupo de instrumentistas se conservan fotografías del carnaval del año 1934, ataviados con el traje tradicional en el café de La Unión.

Después de la Guerra Civil, continuaron con esta actividad y es en torno a los años 1942-43 cuando aparece la primera rondalla con la denominación “Virgen de la Alegría”. El responsable de esta iniciativa fue, el por entonces párroco, D. Ramón Macarulla. Tras aceptar
D. José Castell la dirección de un grupo de jóvenes, se inician los ensayos, que dan como resultado la puesta en marcha de un grupo, integrándose en él como director D. Manuel Poblet. Tras realizar algunas actuaciones, que fueron brillantes y a la vez estimulantes para sus componentes, esta primera rondalla acaba descomponiéndose por varios motivos. Entre ellos, destaca la coincidencia del traslado del párroco a Lérida y la obligación de cumplir el servicio militar de la mayoría de los jóvenes.

Si bien la rondalla como tal deja de existir, continuó la ilusión. Los instrumentos seguían tañéndose en los anexos a la parroquia y en las propias casas pero, sin coordinación ni dirección alguna. La chispa vuelve a brotar en el año 1950 cuando se afincan en Monzón dos personas significativas en la historia del grupo: D. Agustín Castell de Monzón y D. Lauro Orea de Otilla, originario de Guadalajara, juntamente con  otros colaboradores de la localidad.

En 1951 comienzan los ensayos y se funda el Grupo folklórico Nuestra Señora de la Alegría, entonces llamada “Rondalla”,  tomando el nombre de esa primera rondalla.

Por razones de legalidad, en aquellos tiempos el grupo estuvo encuadrado en la Organización Sindical de Educación y Descanso, hasta que quedó extinguida. Fue a raíz de esta extinción cuando el grupo se constituyó en Asociación con sus correspondientes estatutos.

A partir de aquí hemos tenido una actividad ininterrumpida que sigue a día de hoy manteniendo vivo el folklore aragonés.